Existe en cada niño un alumno brillante

A pesar de que apenas cursa el tercer grado de primaria, Javier Sánchez, de 10 años, resuelve ecuaciones cuadráticas, un tema que normalmente se estudia en tercer año de secundaria.

Jonathan Terán, de 14 años, aprende máximos y mínimos de funciones cuadráticas, que en la escuela verá hasta la preparatoria, pero que ya puede enfrentar desde segundo año de secundaria, sin utilizar recursos propios del Cálculo Diferencial.

Lograr que cada niño disfrute de una experiencia similar es el propósito de Kumon. “Nuestro objetivo es formar alumnos brillantes”, afirman ejecutivos del instituto. Para Kumon, un ‘alumno brillante’ es aquel que estudia contenidos equivalentes a uno o más años por encima de su grado escolar, con facilidad y destreza. Consideran especialistas del instituto que para que los niños se desarrollen de esta manera es necesario estudiar a través de un método que se adapte a cada alumno.

“El Método Kumon promueve el aprendizaje individualizado, cada alumno comienza trabajar en el nivel que domina y avanza de acuerdo a su propia habilidad y ritmo, así el trabajo siempre se realiza en un punto confortable. Las metas son también individuales, sin estar limitadas por un programa preestablecido”, explican.

Asimismo, el Método Kumon está conformado por 23 niveles, de 200 hojas de trabajo cada uno, que van de manera gradual desde el conteo y reconocimiento de números, hasta lo más avanzado del Cálculo Diferencial e Integral.

Para que el alumno avance dentro programa es indispensable una precisión total en la solución de los ejercicios. “Esto puede parecer exagerado, ya que estamos habituados a considerar el 60 por ciento como aceptable para acreditar un conocimiento.

Sin embargo, sólo con el dominio total de un concepto podrá un alumno enfrentar con éxito las matemáticas de niveles superiores”, enfatizan los instructores.

Para lograr lo anterior, agregan, es necesaria la práctica diaria; por ello, aunque los alumnos acuden al Centro Kumon dos veces por semana, en cada sesión se les asignan tareas para realizar en casa. El tiempo de estudio diario varía entre 20 y 45 minutos, lapso en el que un niño o un joven se puede concentrar y, por lo tanto, aprovechar. Los alumnos asisten al Centro Kumon en cualquier momento dentro de su horario, es decir, ellos mismos eligen la hora de entrada y puede variar de una sesión a otra.

El Sistema Kumon no sustituye a la educación recibida en la escuela, sino que la apoya. Tampoco es un programa de...

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