Es pionera su lucha contra el maltrato

AutorDaniel Santiago

Cuando en 1996 Alicia Leal y mujeres como Margarita Lobo Morales y Eva Garza de Fernández decidieron instalar un pequeño refugio para víctimas de maltrato familiar, no faltaron las voces de desaliento.

Eran las primeras señales de adversidad en el camino a Alternativas Pacíficas, hoy una asociación civil referente en Nuevo León y México en la dura lucha contra la violencia hacia las mujeres.

Durante estos 15 años, a los que llega hoy, la organización ha logrado instalar dos refugios.

También ha pasado de ser un reducido grupo de voluntarias a una estructura de más de 30 profesionistas que brinda una gama de servicios gratuitos para rescatar y fortalecer a quienes han recibido no sólo golpes físicos, sino económicos y psicológicos, en el hogar o en la calle.

Asimismo ha impulsado la formación de una Red Nacional de Refugios que actualmente enlaza a decenas de casas en el País, así como la lucha por el apoyo gubernamental para las organizaciones de la sociedad civil involucradas con esta labor.

"Somos una empresa social", señala en entrevista Alicia Leal, actualmente presidenta honoraria.

"Las empresas sociales buscan transformar el entorno", aclara.

El comienzo

"En un inicio pensamos en un refugio piloto, porque las expertas en materia de violencia contra las mujeres nos decían que este tipo de centros en el País no iban a funcionar", rememora Leal.

"Era un pequeño refugio para cinco familias que se saturó en cuanto las instituciones nos empezaron a canalizar gente. Recuerdo con mucho susto venir de un programa de radio donde promovíamos a la organización. ¡Había una fila de mujeres afuera queriendo servicios!".

De acuerdo con sus registros, en estos tres lustros Alternativas Pacíficas ha dado servicios a 73 mil personas con diversos rostros: madres de familia, amas de casa, migrantes, profesionistas, indígenas, obreras, trabajadoras domésticas y víctimas de explotación sexual.

De esta lista, un 23 por ciento son los hijos y las hijas que de manera directa resultan también afectados por la violencia.

El apoyo se ofrece mayormente de manera externa, pues en su desesperado escape del peligro de muerte que puede representar su agresor, hay quienes buscan refugio con familiares.

Pero otras encuentran apoyo en una de las casas con domicilio confidencial con que cuenta la asociación, con capacidad para 30 familias y en las que se les brinda alimentos, consultas médicas, psicológicas e incluso talleres.

Y lo más importante, el encauzamiento a una...

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