Envían miles de cartas a Jerusalén para Dios

AutorJana Beris

EL NORTE / ISRAEL

JERUSALÉN.- Al acercarse la Navidad y Año Nuevo, se multiplican las cartas de distintos orígenes, que piden ayuda a Dios. Desembocan en el correo en Jerusalén y son colocadas finalmente entre las piedras del Muro de los Lamentos.

"Es como un viento grande, que pasa por todos lados", dijo un niño de 5 años de Jerusalén, al preguntarle ¿qué es Dios? Algunos adultos a su alrededor, ponen en duda si realmente Dios está en todos lados, pero está claro que más de uno está convencido de que su domicilio más reconocido es Jerusalén, en donde llegan numerosas cartas a Dios, con pedidos de ayuda, revelación de secretos y solicitud de perdón. Todas las misivas terminan finalmente donde cabe suponer que Dios podrá leerlos o escucharlos con mayor facilidad: entre las enormes piedras del Muro Sagrado de Jerusalén.

En diversos idiomas y de distintas procedencias, los singulares sobres arriban finalmente a una sección de la Autoridad de Correos de Israel, encargada de las cartas que no llegan a su destino. En este lugar, nadie toma a la ligera las cartas a Dios, ni las bota a la basura. A diferencia de aquellas que llegan con direcciones extrañas que jamás son ubicadas y que el correo trata de devolver a quien las envió, las misivas dirigidas al Altísimo provocan que se despliegue un esfuerzo especial.

Un funcionario de este departamento postal recoge todas las cartas acumuladas en el compartimiento "Cartas a Dios" y se dirige con esa tonelada emocional de pedidos, esperanzas y dolores al Muro de los Lamentos, conocido también como el Muro Occidental. Este lugar en donde los judíos del mundo se dirigen cuando elevan sus plegarias a Dios, por lo que la Dirección de Correos de Israel ha considerado que es el lugar más apropiado para garantizar que Dios preste atención a las cartas. Lo interesante es que también cartas de cristianos llegan a veces con la dirección "Muro de los Lamentos-Jerusalén".

"Tomamos esto muy en serio desde hace ya muchos años", señaló Avi Yaniv, director de la sección del correo que recibe las cartas.

"La gente que escribe es gente que necesita ayuda, que a veces está desesperada y no sabe a quién recurrir, y nosotros no podemos tomarnos el tema a la ligera. No tenemos derecho a hacerlo", agregó.

La cartas arriban durante todo el año, pero su flujo se intensifica sin duda antes de las fiestas de fin de año. En las últimas semanas, aproximadamente 60 cartas llegaron al escritorio de Yaniv. La mayoría, escribe...

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