Enrique Iglesias: Celoso de su intimidad
| Autor | Dalila Carreño y Katy Díaz |
¿Cuál podría ser el mejor regalo que recibiría Enrique Iglesias esta Navidad?... Mmmh, probablemente Santa Clos podría ahuyentarle a todos los paparazzi que siempre lo rondan para que viva su vida de manera normal.
El cantante y novio de la tenista rusa Anna Kournikova seguramente viviría más a gusto sin la presencia de los fotógrafos indiscretos con los que se topa cada vez que abre las puertas de su casa en Miami.
"Yo creo que hay un límite de tu vida privada. Hay cosas que no quieres compartir con nadie y yo pienso que se tiene que respetar, pero sé que hay otra cierta intimidad que no es fácil esconder. Si sales con una chica al cine o sales a un restaurante te van a sacar una foto.
"Lo acepto cuando estoy en un sitio público, pero a veces quieres divertirte y te encuentras a un fotógrafo frente a tu casa con un lente, y eso puede molestar un poquillo", dice el español, quien ha sido fotografiado infinidad de veces al lado de su no menos famosa novia.
Las últimas fotos escandalosas de la pareja se hicieron hace algunos meses, mientras ellos paseaban por la playa de Santa Mónica, en Los Angeles. En las imágenes sale a relucir el gran amor que se tienen, ya que en plena calle los novios intercambiaron candentes muestras de cariño.
Durante la entrevista, Enrique Iglesias luce bastante cansado a pesar de estar cómodamente instalado en la lujosa suite del hotel Mandarín Oriental. Ha atendido a decenas de periodistas y todo para hablar de su nuevo disco titulado Seven, del que ya suena fuertemente el tema "Addicted".
Enrique, vestido con jeans azules, camiseta color aceituna y una boina tejida en color negro, habla de su nueva producción en la que una vez más se alió con los compositores Paul Barry y Mark Taylor, creadores de temas como "Heero", "Bailamos", "Be With You" y "Rhythm Divine".
Seven, cuyo nombre corresponde al séptimo álbum del cantante, se escribió en gran parte en la carretera. "Addicted" fue compuesta durante una parada en la antigua Alemania del Este, en la gira por 100 ciudades que lo llevó por todo Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y Latinoamérica.
Por cierto, el viajero Enrique asegura que si pudiera tener una segunda casa, con gusto se la compraría en México, en la costa del Pacífico, pues le encanta el sitio.
"Si hay un sitio donde pudiera tener una segunda casa sería en cualquier parte de la costa del Pacífico, ahí he tenido mis mejores vacaciones. Hay un mar perfecto, olas perfectas, el clima del agua es perfecto"...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba