El enamorado del teatro

AutorMaría Luisa Medellín

Jesús Ochoa se encontraba en Londres filmando una película y aún le faltaban otras escenas en Marruecos. Pedro Armendáriz tenía firmado un contrato para actuar en Aventurera. Víctor Trujillo llevaba 17 años alejado de los escenarios y, al igual que Rafael Sánchez y Roberto D'Amico, estaba comprometido en varios proyectos.

Sin embargo, Fernando Junco Garza no desistió. Sabía que ellos poseían los colmillos más retorcidos para interpretar a Los Lobos y, finalmente, tras reuniones, ajustes de agenda y el entusiasmo general por la obra, logró reunirlos.

"Esta aventura empezó en marzo del año pasado", relata Fernando, el productor regio de figura menuda, ojos pequeños y cabello entrecano que en unos días cumple 72 años.

Entre varios textos, él y Rodolfo Ayala, su cuñado y representante de Showtime, se decidieron por el del argentino Luis Agustoni, que más tarde fue adaptado magistralmente por Héctor Bonilla, quien dirige la puesta que aborda la corrupción entre los hombres del poder, y que hoy concluye la temporada que inició el martes en el Teatro Monterrey.

"Fue como sacarnos la lotería", exclama uniendo sus manos, sentado en un sofá del piso ejecutivo, en el hotel donde se hospeda el elenco de la obra.

"Es uno de los proyectos más bonitos que he realizado. Se ha conjuntado todo: texto, dirección, actorazos que son sensacionales seres humanos, el momento..." Quizá el nombre de este caballero de anteojos y apenas un esbozo de sonrisa no le suene familiar, ya que casi nunca se le menciona, pese a una destacada trayectoria de cuatro décadas en el ambiente teatral.

"El trabajo del productor es oculto", recalca de inmediato levantando el índice derecho.

"Normalmente no pongo mi nombre, esta vez lo hice porque había sido tanto el esfuerzo, lo logrado, que decidimos el señor Ayala y yo poner nuestro nombre, así como el del productor asociado, Otto Minera".

También existe otro motivo para que Fernando abandone esa costumbre suya de pasar inadvertido.

Comparte que con esta obra inicia una nueva etapa en su vida, al hacer alianza con una empresa que extenderá su poderío de los espectáculos musicales al teatro, y eso lo llena de alegría.

***

Nacido en Monterrey el 18 de febrero de 1937, cuando se estrenaba el Hospital Muguerza, es el segundo de seis hijos de Eduardo Junco Voigt y Martha Garza Villarreal.

Recuerda que de niño era inquieto y con sus ocurrencias distraía a los compañeros de clase, por lo que las maestras solían sacarlo del salón de vez en cuando.

Estudió la licenciatura en psicología, pero una casualidad lo inició como empresario teatral.

"El doctor Miguel Vera, fundador de la Clínica Santa María, una institución benéfica donde atendían a niños de escasos recursos me llamó para que buscáramos la manera de recaudar fondos.

"Eso fue en 1968, y a mí se me ocurrió...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR