Empresa / ¿Salud?

AutorAlberto Barranco Chavarría

Las versiones señalan que prendidos ya los reflectores, listas cámaras y micrófonos, colocadas en fila las maquillistas para el tradicional mensaje de inicio de año del Presidente Vicente Fox, un repentino cambio de señales que volvía incongruente el guión obligó a la marcha atrás...

La zancadilla, paradójicamente, la provocó la inaudita euforia de los mercados, en cuya punta de lanza el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores alcanzaba un increíble máximo histórico al rebasar la barrera de los 9 mil puntos...

¿Cómo hablar, pues, de un panorama pesimista, cauto, delicado, de la economía del País tras el frustrado intento de una reforma fiscal que equilibrara las finanzas públicas, frente a las carretadas de apuestas de los inversionistas? ¿Cómo colocar en el papel de villano favorito a la oposición en el Congreso que se negó a reforzar los resortes para un mayor crecimiento económico del País, cuando el peso se revalúa, las tasas de interés se caen y los pronósticos de los analistas se ubican en línea con el de la Secretaría de Hacienda de crecer en 3.5 por ciento este año?

Ahora que la puntilla, digo si se permite la expresión, llegó el martes cuando la avidez de los apostadores internacionales hacia el riesgo México obligó a duplicar el monto de una emisión de deuda soberana que en el papel alcanzaría 500 millones de dólares.

El caso es que ayer el tipo de cambio a nivel de ventanillas bancarias se ubicaba en 10.98 pesos, en tanto el precio promedio por barril de la mezcla mexicana de petróleo en los mercados internacionales alcanzaba 27 dólares, es decir siete más del promedio previsto para el año.

Lo cierto es que el pragmatismo de los apostadores consideró un triunfo la cancelación de la posibilidad de una reforma fiscal frente a la amenaza de un engendro que al final del día desde el plano práctico resultara inoperante.

Lo cierto, en abundancia, es que los signos indican que la recuperación de la economía de Estados Unidos llegará a tambor batiente este año, por más que su efecto se reflejará nítidamente en la nuestra a partir del segundo semestre.

Lo cierto, más allá, es que en las últimas semanas la entrada de divisas al País ha roto todas las marcas, lo que augura que en febrero el Banco de México coloque en subasta montos extraordinarios que necesariamente ahuyenten a los especuladores.

Y lo cierto, finalmente, es que al margen de una eventual recuperación del mercado interno ante el repunte de los...

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