Editorialista Invitado/ ¿Por qué prefiere al curandero?

Juan de Dios Leal Rodríguez

Una pregunta me acosa desde que tomé la determinación de dedicar mi vida a la ciencia médica: ¿Por qué la gente parece preferir la llamada medicina alternativa frente a la medicina científica, no obstante el crecimiento y eficacia comprobables de ésta?

Los locales de hierberías se multiplican por doquier, saliéndose de los sitios que tradicionalmente se consideraban como idóneos para su establecimiento; las hierberías se han escapado de los mercados comunes para dispersarse por toda la geografía de las ciudades actuales.

En los ultramodernos "malls", en las zonas reservadas para el turismo extranjero, las llamadas zonas rosas (no hay que olvidar que desde los sesenta se puso de moda el esoterismo en el Primer Mundo), en los aeropuertos, en todos los sitios donde se congregan grandes multitudes, en las zonas paupérrimas así como en las de gran lujo, en verdad no existe un lugar que no haya sido invadido con la presencia de estas "tiendas naturistas".

Y en esa misma tendencia se suelen ver personas de clases altas e ilustradas recurriendo a los medios caseros más tradicionales: las gotas de micamia para la circulación sanguínea; los emplastes de sábila para mejorar la lozanía de la piel; los milagros inesperados que el jugo noni produce, las promesas y las panaceas del ginseng, etcétera.

Pareciera como si la medicina científica se estuviese yendo a pique. Sin embargo, y contra lo que pueda parecer, la medicina científica actualmente está más vigorosa que nunca, aunque la aparente indiferencia de la gente proceda de factores culturales muy arraigados en ella, cuestiones tan complejas que serían más dignas de estudio por un profesional de la mente humana.

Pero existen factores derivados de aspectos distantes a la medicina que, sin embargo, sí infieren decididamente en la crisis que la ciencia médica está pasando. Por ejemplo, la aguda comercialización de que es objeto y que convierte al fenómeno social médico en un artículo de lujo.

Otro factor es la negativa actuación por parte de los empresarios de seguros médicos que en los Estados Unidos ya han causado un alejamiento plausible de la solicitud de estos servicios en el grueso del público (no todo es miel con hojuelas en el primer mundo). Y las políticas de los laboratorios que en la misma manera han producido un encarecimiento galopante de los medicamentos.

El otro aspecto podría ser la necesaria especialización de la medicina y la inherente deshumanización del...

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