Dos rostros de Taipei

AutorCecilia Núñez

Enviada

TAIPEI, Taiwán.- El silencio se impone en la estación de Zhongshan, aún en hora pico. Empiezo a descubrir las bondades de la disciplina taiwanesa mientras me formo en la que debe ser la fila más ordenada del mundo para abordar el metro.

Con mapa e instrucciones escritas en chino mandarín intento llegar a Wanhua, el distrito más antiguo de la capital.

Localizado al oeste de Taipei, este distrito envuelve a los barrios de Longshan y Ximen, ambos famosos por su vida comercial: en el primero se encuentran los mercados tradicionales, y el otro debe su fama a los jóvenes que ahí buscan las últimas tendencias de moda.

No hay extranjeros a la vista, a diferencia de lo que sucede en la Zona Este, donde se encuentra Taipei 101, el emblemático edificio de 508 metros de altura.

Algunas miradas sutiles me recuerdan que debo ser más discreta al reparar en ese grupo de jóvenes con cortes alocados, cabellos teñidos y moda al estilo "Lolita-gótica"; seguro se dirigen hacia Ximen. Yo desciendo una estación antes, en Longshan.

Un paso fuera del metro es suficiente para percibir la atmósfera del Templo de Longshan. Me pierdo entre los devotos y, sin pedirlo, recibo un manojo de inciensos que dejo como ofrenda a los distintos dioses que se adoran en este santuario construido alrededor de 1730 y que, como la mayoría de los templos aquí, es mixto y abraza tanto al budismo como al taoísmo.

Me dejo llevar por el río de gente hacia la calle Xichang, dedicada a la herbolaria y antiguamente llamada "La calle de la salvación". Existe desde finales del siglo 17, cuando reinaba la dinastía Qing.

El uso de las hierbas para remediar todo tipo de males es una de las tradiciones más preciadas de Taiwán.

Se cuenta que desde tiempos remotos la gente acude al Templo de Longshan para que deidades como Guanyin, la diosa de la misericordia, le dicte las prescripciones para después comprar sus plantas medicinales en esta calle.

El espíritu comercial que rodea al Templo ha permanecido intacto. Aún hay aquí viejas tiendas de comida, textiles, lámparas, velas... Tengo que partir. Me encamino hacia otro barrio comercial del distrito de Wanhua, Ximen, que está a sólo una estación de metro de distancia.

Cuando la noche cae sobre los laberintos de...

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