Diván

AutorJosefina Leroux

De novia, cariñosa

P.-Me casé ya grande (33 años) y no había tenido relaciones sexuales por mi religión. Ahora que puedo me cuesta mucho excitarme, me duele mucho cada vez que mi esposo lo intenta.

Fuimos al ginecólogo y dice que no es nada físico, que podría ser mental. Pero a mí nunca me violaron ni tengo traumas. Mi esposo me pregunta si antes de casarnos fingía porque yo era muy cariñosa, pero para nada. No entiendo qué me pasa, ¿me puede orientar?

R.- Existen varios niveles de intimidad. En el noviazgo, ante cierta distancia física y psicológica, la pareja puede sentirse deseosa de estar cerca y darse caricias y besos. No existe amenaza si no hay diferencias de opinión respecto a cómo vivir esta etapa.

Después de la boda, el acto sexual se vuelve obligatorio, así que las mujeres que no lo han experimentado y estén prejuiciadas pueden sentir miedo.

El miedo es una emoción que impide relajarse y excitarse. Sin excitación no se genera la lubricación, que facilita la penetración. Y sin lubricación, el acto sexual duele. Si esto ocurre varias veces, se establece un condicionamiento. Esto significa que con sólo mencionar o pensar en la posibilidad, se anticipa el dolor y hay tensión de todo el cuerpo.

Le sugiero acudir a terapia sexual para romper este círculo vicioso, porque cuanto más tiempo pase, más tiempo les llevará desaprenderlo. El problema es de ambos, porque los dos colaboran de alguna forma en dificultar esta experiencia sexual.

Padres desorientados

P.-¿Puede recomendarme algunos libros para nosotros como papás sobre cómo guiar adecuadamente a una hija de 17 años, estudiante brillante de una universidad, para tomar decisiones adecuadas en cuanto al momento de iniciar sus relaciones sexuales?

Tiene un novio de 24 años que ya es un joven profesionista y descubrí en una de sus libretas una carta donde ella se escribe a sí misma sobre los diálogos que sostiene con él sobre el momento de iniciar a tener relaciones sexuales y una propuesta del novio a compartir una casa, vivir juntos.

¿Cómo reforzar su espíritu para que decida adecuadamente sin tener que arrepentirse? ¿Cómo podemos mi esposo y yo ayudarla?

Siempre hemos hablado con ella de principios, valores, autoestima, riesgos, pero últimamente las negociaciones en cuanto a libertades, permisos y demás han generado fricciones. Queremos lo mejor para ella. También quisiéramos saber qué libros podemos sugerirle que puedan brindarle elementos para que decida...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR