¡A disfrutar el lujo en el mar!
| Autor | Daniel Santiago |
Enviado
GÉNOVA, Italia.- El silbato que anuncia la partida hacia el mar se escucha en cada rincón del barco. De este puerto se dice que Cristóbal Colón salió casi adolescentes para aventurarse al mar y de aquí mismo se preparó para zarpar el crucero Preziosa.
Imponente, confortable y lleno de actividades para todas las edades, el más nuevo y el más grande de los barcos de la compañía italiana MSC tiene una misión a bordo: hacer que los 3 mil 500 pasajeros para los que tiene capacidad disfruten el mar y los puertos más emblemáticos del Mediterráneo occidental.
En un recorrido de ocho días, las ciudades en las que este barco insignia de 140 mil toneladas hace parada son Nápoles, la siciliana Messina, Túnez, Barcelona y Marsella, Francia, antes de volver a Génova.
Todo aquí parece evocar y al mismo tiempo explicar el nombre del buque. De un total de 18 cubiertas la decoración de sus 14 pisos destinados al descanso y a la comodidad de los viajeros está cuidadosamente construida con detalles de elegancia.
Su inauguración, el 23 de marzo, fue en un ambiente no sólo festivo, sino glamuroso, con la presencia de dos figuras del cine italiano y mundial: la madrina, Sophia Loren, y el músico italiano Ennio Morricone, quien ofreció un emotivo concierto al pie del barco.
Con mil 751 suites y cabinas, además de bares, restaurantes, galerías, cafés, tiendas, joyerías, albercas y un casino, el Preziosa fue construido en los astilleros de Saint Nazaire, Francia. Su moderna infraestructura es producto del diseño de la firma italiana De Jorio, inspirada en buena parte en la cultura árabe y en la fenicia.
Cada rincón del barco brinda la oportunidad de descansar, aunque también hay espacios para la charla, el ejercicio, una copa de champagne y la adrenalina. Aquí un día en el Preziosa.
¡BUONGIORNO!
Los primeros rayos del Sol bañan las cubiertas del barco. Las tonalidades verdes del Mediterráneo parecen saludar, pero dentro del Preziosa una cálida palabra en boca de la tripulación se encarga de humanizar la bienvenida: ¡buongiorno!
El lujo y una modernidad ecléctica destellan para cualquier lugar a donde se dirija la mirada, sin embargo, lo que más brilla en este inmenso crucero es la sonrisa con la que el personal del barco ofrece su actitud de servicio, algo más poderoso que el italiano y el inglés, los idiomas que más se hablan a bordo.
Para orientarse hay señalamientos, mapas y planos del lugar, pero en un barco tan grande como éste la ayuda humana nunca...
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