Día de los Inocentes: Va de la tragedia a la broma

AutorAideé Molina

Cuenta San Mateo en su Evangelio que miles de recién nacidos fueron asesinados por la espada de Herodes, días después del nacimiento del Niño Jesús.

Ya han pasado más de 2 mil años de este trágico suceso, que ahora, con la distorsión del tiempo, ha cambiado su sentido: miles de personas son las nuevas "víctimas" con las bromas del Día de los Santos Inocentes, que hoy 28 de diciembre se conmemora.

¿Cómo y cuándo este acontecimiento de Belén se convirtió en la celebración por excelencia para bromear y divertirse a costa de la inocencia de los demás? Los expertos responden hoy a la pregunta.

De la fe al paganismo

En el Capítulo 2 del Evangelio de San Mateo, versículos del 13 al 18, se narra la matanza de todos los niños de Belén por orden del rey Herodes.

Dice que al nacer Jesús, unos Magos de Oriente, expertos en astrología, buscaban al nuevo Rey de los Judíos guiados por una estrella. En su camino llegaron al palacio del viejo monarca, a quien le preguntaron por el futuro líder.

Herodes, al verse en la posibilidad de perder su trono tras estudiar las profecías, ordenó a sus soldados que mataran a todos los niños menores de 2 años que habitaran ese sitio y sus alrededores.

José, María y el Niño Jesús huyen de esta matanza, alertados por un sueño que tuvo el padre adoptivo del Hijo de Dios. Sin embargo, la masacre se dio, y esos pequeños se convirtieron en los Santos Inocentes, los primeros mártires que murieron a causa de Cristo.

El Padre José Guadalupe Serna, Capellán de la Catedral, explica que la celebración cristiana del Día de los Inocentes tiene su origen en el Siglo 6.

"Lo que sí se sabe es que es una tradición muy antigua de la Iglesia el colocar esta celebración dentro de la Octava de Navidad. Es una tradición muy antigua de la Iglesia del Oriente".

Señala que esta celebración forma parte de la continuidad de la fiesta de Navidad, ya que los siguientes ocho días del 24 de diciembre, la Iglesia recuerda los episodios relacionados con el Nacimiento de Jesús.

Sin embargo, la costumbre de las "inocentadas" y bromas se desconoce, apunta el sacerdote.

"Pienso que se ironizó la celebración, ya ves que cuando uno está en crisis a veces ironiza las cosas para suavizarlas, porque no hay datos históricos que digan 'fue así y se distorsionó de esta manera'. No se sabe el momento ni la razón por lo que se dio".

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