Deuda con el sueño puede ser fatal
| Autor | Jessica Castañeda |
De tanto desvelarse en discotecas, chatear o, en el mejor de los casos, hacer tarea hasta tarde, el crédito de sueño de los jóvenes regiomontanos está en números rojos, tan así que la deuda podría causar en el organismo efectos que podrían ser fatales.
Hace una década este grupo poblacional dormía en promedio 9 horas y media, pero hoy el monto se ha limitado a un puñado de entre 4 y 6 horas, indica un estudio realizado entre 400 alumnos de la Universidad de Monterrey.
Tanto así que los investigadores piensan que los problemas de sueño en la juventud pueden ser más importantes que el alcohol.
"La vida moderna hace (a los jóvenes) tener esos horarios por presiones sociales, basadas en la diversión y en horarios de trabajo, y porque tienen el chat, el internet y la televisión nocturna", afirma Francisco Guerrero Campos, director de la Clínica del Dormir en San Pedro.
Variables como trabajo, diversión, escuela y relaciones interpersonales se incrementan de manera importante en la vida hasta entrados sus 20, por lo que la disminución del tiempo total de sueño en los jóvenes es de origen sicosocial, afirma el maestro en sicología Ulises Jiménez Correa, de la Clínica de Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM.
"Está habiendo trastornos del sueño que repercuten en la incidencia de accidentes automovilísticos, sobre todo los fatales, donde no hay huellas de frenado y los involucrados experimentan consecuencias como la discapacidad y hasta la muerte", advierte Guerrero.
Pese a todo esto, al asunto de la falta de sueño no se le da la jerarquía de un problema delicado que cuesta vidas y dinero, señala Javier Velázquez Moctezuma, presidente de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño.
"En la Ciudad de México hay alcoholímetros, pero no saben que manejar desvelado es también causa gravísima de accidentes", comenta.
En una investigación conducida por la Clínica del Sueño de la Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad de México se realizaron pruebas de manejo a dos grupos, el primero con personas alcoholizadas y el segundo con quienes habían sido privadas de sueño. Los dos grupos tuvieron prácticamente el mismo nivel de errores.
"Varias catástrofes como la del buque Valdés de la Exxon (en 1989) o Chernobyl (en 1986) han estado ligadas a pérdida de sueño de la gente responsable", comenta el médico, también coordinador de la clínica universitaria.
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