Denise Dresser / 'Profundamente consternado'

AutorDenise Dresser

"Me tiene profundamente consternado", dice Enrique Peña Nieto sobre la fuga de "El Chapo" Guzmán. Un suceso "lamentable". Un evento "indigno".

El Presidente expresa su preocupación por algo que empaña su reputación, que pone en tela de juicio la competencia de su Gobierno, que revela la debilidad institucional que ha hecho poco por encarar, que arruina su viaje -con 441 invitados- a Francia.

Es lo único que alcanza a balbucear. Es lo poco que logra articular. Un jefe de Estado paralizado ante su resquebrajamiento. Paseando, saludando, invitando a invertir en un país donde el Gobierno ha sido tan corrompido que no puede mantener a un capo en la cárcel.

Donde aprehenderán, torturarán y castigarán al director del penal y a un puñado de funcionarios menores, pero la disfuncionalidad institucional continuará.

La fuga del capo produce hilaridad porque la población ya no sabe qué hacer o pedir o exigir. Se suma al escándalo de la semana, a la incompetencia del mes, al incidente más reciente de corrupción revelada, pero no aclarada.

Ésa es la narrativa del sexenio. No "Mover a México" sino "Mentir a México". Dejar allí pendientes tan largos y tan inexplicables como el túnel de 1.5 kilómetros que Guzmán Loera recorrió. Pendientes en materia de justicia y verdad que el caso de Tlatlaya evidencia.

"El Chapo" acaparará la atención, pero Tlatlaya la merece y más. El primer caso muestra cómo un hombre desafía exitosamente al Estado; el segundo ilustra cómo ese Estado se pudre por dentro.

Allí, inocultable. Allí, condenable. El papel que las Fuerzas Armadas han jugado en la violación de los derechos humanos debido a la "política de seguridad nacional".

En Tlatlaya el Ejército siguió órdenes expresas que fungen como verdaderos incentivos para "abatir". Para ejecutar. Para matar.

Como lo revela la investigación del Centro Prodh -"Tlatlaya a un año: la orden fue abatir"-, llegó el momento de reflexionar sobre la fuerza letal y su uso. Llegó la hora de investigar al Ejército en vez de resguardarlo cuando se excede. Cuando usa el argumento de enfrentamientos con "grupos de delincuentes" a los cuales ejecuta en lugar de apresar y llevar a juicio.

Cuando la PGR ha ejercitado acción penal en contra de siete militares por el homicidio de ocho personas, pero según los testigos el número de muertos es mayor. Las autoridades no han terminado de esclarecer los hechos aunque afirmen lo contrario. Y peor aún, el documento descubre que los mandos más altos de la Sedena...

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