Delega Papa lavatorio de pies

EL NORTE / Redacción

CIUDAD DEL VATICANO.- Por vez primera en sus 23 años de pontificado, el Papa Juan Pablo II renunció ayer a celebrar personalmente en la Basílica de San Pedro el tradicional rito del lavado de pies, que recuerda la Ultima Cena de Jesús con los 12 apóstoles.

El Pontífice, de 81 años, y quien desde hace unas semanas sufre de dolores artríticos en la rodilla derecha, fue reemplazado durante el rito del lavado de pies por el Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado del Vaticano, y por el Cardenal jubilado Roger Etchegaray.

Y un día antes, Juan Pablo II tampoco ofició la misa crismal y en ella fue sustituido por el Cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos.

El Papa, quien además sufre de la enfermedad de Parkinson, por lo que le tiembla una mano y tiene dificultades para hablar, ha sido operado seis veces desde que fue víctima de un atentado el 13 de mayo de 1981.

Este año, la ceremonia de lavado de pies fue celebrada en San Pedro y no en la basílica de San Juan de Letrán, como ha sido la tradición.

El Papa presidió ayer casi toda la ceremonia desde su trono pontificio, como lo hizo para la misa en la mañana y el Domingo de Ramos, y fue instalado sobre un pequeño palco a la derecha de la catedral, a donde accedió subiendo sólo dos peldaños, de manera de evitarle los 10 que conducen al altar principal.

Juan Pablo II apareció ayer mucho más cansado que los días pasados y se limitó a ponerse de pie para la lectura del Evangelio en latín y griego y durante la...

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