Cony Delantal / ¡Devuélvanme el sueño...!
Autor | Cony Delantal |
Discúlpame si hoy te salgo con una que otra incoherencia (...has de decir que cuál novedad), pero, entre Enanos Verdes y Hombres G, me pusieron una desvelada de aquéllas.
Muy padre y animosa su música ochentera, pero ya no estamos en los 80, y ya no te aguanto hasta la 1:30 de la madrugada en miércoles esperando a ver si le devuelven su chica a David Summers y compañía.
Se la bañaron, por mí le hubieran quitado como una hora de bofe y nos hubieran dejado salir más temprano. Eso sí, bailé y me meneé como cola de lagartija, la bronca es que ahorita la estoy pagando. Ya no sé si fue por la excitación del concierto, la falta de sueño o la media jarra de café que ya me empaqué, pero traigo una arritmia bruta y ¡qué horror!, en el subconsciente me retumban los Hombres G cantando: "Cony tieeeene un marcapasos...".
Barullo y sabor
Bueno, trataré de guardar la compostura. A lo que te truje... Aunque ya te había comentado muy por encimita del Peace & Love, esa vanguardista cafetería que empezó por el rumbo del Contry, déjame ora sí platicarte del tamal completo, porque ya nos abrieron otras dos sucursales (Plaza Fiesta Anáhuac y Plaza 404 en Gómez Morín) y seguro te quedó alguna cerca para que te vayas a pasar un rato muy "niuyork".
Y es que así está el concepto, como si te estuvieras "teleportando" al día a día de la Gran Manzana. La típica cafetería con green bar, buena cocina y una ambientación de modernismo urbano que incluye mobiliario ecléctico y arte callejero, símbolo de una forma de vida cosmopolita, casi de película.
Y fíjate lo curioso, a pesar de que los dueños (Sergio Elizondo y Armando Kelly) son de aquí, en realidad empezaron primero con su Peace & Love precisamente en el merito Manhattan. O sea que pa'calarse abrieron en Nueva York y luego se trajeron para acá su onda neoyorkina cuando ya estaba bien afianzada.
Aquí también les ha jalado con ganas, y es que esa atmósfera de "cada quien su rollo" está teniendo pegue. El Starbucks es de esos lugares, y éste sigue la misma tónica. Es a donde sí te atreves a ir sola y nadie piensa que eres rara o no tienes amigas; te cobijas en tu laptop (aunque sea de puro apantalle) y hasta te ves la mera modern girl.
Tienes para escoger entre un verdadero champurrado de sillas y sillones para desparramarte a tus anchas a echar el chal o sentarte muy propia a desayunar, almorzar, comer, merendar o cenar... o todas las anteriores. Y es que no falta la garrapata que se queda a vivir ahí para no pagar el...
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