Concepción del Oro revive su tradición

AutorHéctor Alvarado

La tranquilidad del pueblo minero de Concepción del Oro, Zacatecas, se vio trastocada por el tam-tam-tam incesante de los tambores.

Los chiquillos de la localidad, que corrían de un lado a otro en señal de que algo bueno se venía, empezaron a alborotarse con el ruido, que parecía hacer eco en las minas abandonadas de la región, y por la presencia de decenas de "fuereños", que en camionetas de reciente modelo y autobuses llegaban al pueblo del que partieron años atrás.

El terruño con 416 años de existencia, donde las horas parecen pasar con una lentitud especial, despertó de su dulce letargo para gritar a los cuatro vientos el orgullo que siente por su historia.

Este lunes 8 de diciembre, día en que se festeja a la patrona de la localidad, la Inmaculada Concepción de María, las bandas musicales y matachines dieron entrada, un años más, al tradicional y colorido festejo, que pacientes esperaron los 18 mil habitantes del municipio zacatecano, que se presume minero aunque ya no funcionen sus minas.

Peregrinando desde la desviación que da entrada a Concha del Oro (como le conocen sus habitantes), o desde las 37 comunidades aledañas, los peregrinos llegaron, después de trasladarse 200 kilómetros desde Monterrey, 120 desde Saltillo y 270 desde Zacatecas, a venerar a su patrona, que los recibe en un bello templo, construido a principios del Siglo 19.

El peregrinaje "de subida", ya que el templo se ubica en la plaza principal, que se erige en lo alto de la localidad, es seguido por cientos de personas, que abarrotan las aceras de las calles y terrazas para ser testigos de la fiesta local.

Aunque pareciera una típica peregrinación guadalupana, la de Concha del Oro muestra un fervor mayor, que se acrecienta al llegar al antiguo templo, donde hombres y mujeres de todas las edades entran cantando y entregando una ofrenda floral o económica a su patrona.

Los festejos, que en otros tiempos eran fastuosos, "cuando en Concha del Oro había harto dinero", han perdido brillo, más no la pasión, como afirman diversos habitantes de la ciudad.

Concepción del Oro, enclavada entre montañas, a 2 mil 70 metros sobre el nivel del mar, alcanzó fama nacional e internacional por sus yacimientos de hierro, plomo, cobre, zinc y, por supuesto, oro.

En la Nueva España de mediados del Siglo 16, gracias a la explotación de prolíficas vetas, comenzaron a surgir infinidad de reales de minas que, a la larga, se convertirían en verdaderas ciudades de gran importancia social y...

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