De Compras

AutorRocío Díaz

Nadie se resiste

El otro día traía una prisa de esas bien recurrentes, pero como quiera tenía que ir al súper, así que ¡cajas rápidas!, para qué las quiero, y me formé en una aunque me pasaba por dos el límite máximo de 10 productos para pagar. Con la esperanza de que la cajera no me fuera a sacar de la fila, me hice la occisa.

Así de occisos se hicieron los que estaban haciendo fila delante de mí, que llevaron de 13 a 17 productos, menos, claro, un señor que sólo compró dos cosas.

Me tardé más de lo que creí, pero esto no se podía quedar así, por lo que regresé al otro día con más calma y me senté frente a las cajas rápidas para contar disimuladamente (y a veces sin disimulo) los productos que la gente compraba. Algunos llevaban sólo dos o tres cosas, pero otros exageraban, una señora llevó 20.

Tal vez sea porque es una de las tentaciones más grandes el poder sacar ventaja de una vía rápida, a los regios nos abren carril y nadie se resiste. ¿Cómo podría alguien controlarse si sólo se llevan uno o dos productos de más?

Podrían agregar una caja de velocidad media para los que llevamos más de 10, pero no el carrito lleno, digo, para evitar que ciertas personas se paren a contar los productos frente a las cajas.

Tostadas del comal

Milpa real presenta ahora este tipo de tostadas y lo mejor es que las llama por su nombre. Ya basta de bautizarlas con otras denominaciones de origen: quesque deshidratadas o quesque horneadas, digámosle al pan pan y a la tortilla tortilla: salen del comal a fuego lento. Contienen sólo harina de maíz, sal y cal.

Son de Bimbo y el paquete tiene 23 piezas. A mí no me crea, pero dicen por los pasillos de los supermercados que esta variedad de tostadas sin...

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