Donde los colores gritan

AutorFlorencia Podestá

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.- Si tuviera una sola tarde para pasear por esta ciudad, no me queda la menor duda: empezaría por visitar el Mercado de Artesanías de la Plaza de Santo Domingo.

Al deambular entre ese colorido laberinto de puestos al aire libre que rodea los templos de Santo Domingo y de la Caridad, a mi oído llegan expresiones en español, inglés, francés o italiano. Las frases son diversas, pero el sentimiento es unánime: "¡No lo puedo creer!".

Y es que lo que ahí se vende es arte puro que rebasa a los productos industrializados.

Las piezas provienen de diferentes comunidades aledañas y son elaboradas de principio a fin a mano.

Incluso, la lana utilizada para confeccionar bolsos, sacos y chujes (chalecos) se obtiene de ovejas que han sido criadas en los hogares de los artesanos.

No faltan los huipiles, hilados en el tradicional telar de cintura, y virtuosos joyeros que ofertan diseños en los que el principal elemento es el llamativo ámbar chiapaneco.

Tras comprar algunas artesanías, me dirijo, recorriendo unas cuadras del andador turístico, hacia la Plaza 31 de mayo, el zócalo de la Ciudad.

El sitio resulta ideal para observar la vida citadina. Ahí se dan cita estudiantes, vendedores, artistas callejeros, turistas y coletos, como se les llama a los que en San Cristóbal nacieron.

Hay quienes se sientan en torno a una monumental cruz, otros no paran de fotografiar la portada barroca de la Catedral de San Cristóbal. Su fachada, coloreada de un intenso amarillo, también presenta motivos rojos y blancos realizados en argamasa, así como nichos y pilastras adosadas.

En su interior destaca el altar central, consagrado a la Virgen de la Asunción y a San Cristóbal Mártir, patrono de la Ciudad.

No es raro escuchar el cadencioso sonsonete de fieles elevando sus plegarias en lengua tzotzil o tzetzal. Con sólo escuchar los rezos se antoja salir por más.

Es entonces que decido tener mi propia comunión con San Cristóbal de las Casas, en uno más de sus rincones coloridos.

A poco más de 10 minutos en auto del centro histórico y sobre los cerros que circundan la Ciudad hacia el norte, está Orquídeas...

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