La casa gana... y gratis

CANCHA / STAFF

La condición de local, reforzada por la ayuda arbitral, fue determinante ayer en la Liga de Campeones.

Los silbantes escandinavos, el sueco Martin Hanssen, aquel que permitió la mano de Thierry Henry, y el noruego Tim Ovrebo, quien no le marcó tres penaltis al Chelsea en la Semifinal ante el Barcelona, se encargaron de que se inclinara la balanza a favor de Porto y Bayern Munich, que vencieron por idéntico marcador de 2-1, a Arsenal y Fiorentina, respectivamente.

Pero si la "Fiore" tiene mucho qué reclamar al árbitro, los Gunners lo tendrán que hacer primero con su portero, el polaco Lukasz Fabianski, quien colaboró infantilmente en los dos goles portugueses.

La jornada surreal en los duelos de ida de Octavos de Final de la Champions comenzó al minuto 11 en el Estadio Dragao de Lisboa, cuando en su intento por cortar un centro por derecha, Fabianski "remató" el balón hacia su portería, para el 1-0 del Porto.

Al 18', el veterano Sol Campbell puso las cosas en orden al empatar de cabeza un centro por derecha de Cesc Fábregas que Tomas Rosicky le bajó a segundo poste.

Pero luego vendría la intervención del polémico Hanssen, pues al 50' no marcó un claro penalti a favor del Arsenal tras una falta dentro del área sobre Rosicky. La jugada siguió y llegó al área del conjunto inglés donde Fabianski tomó de nuevo el rol de villano.

Campbell retrasó el balón sin razón a un nervioso portero suplente que lo tomó con las manos para regalarle al rival un tiro indirecto en su área chica.

Y no sería el único obsequio del polaco de 23 años, pues cuando Ruben Micael le pidió el balón se lo negó...

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