Cartas a El Norte/ La población dormida
La población dormida
Sr. Director:
El de las elecciones es un tema candente donde todos estamos atentos a las entrevistas, al próximo debate, a las campañas donde escuchamos todo tipo de promesas desde clases de inglés a los niños hasta salvar el petróleo para los mexicanos.
¿Y la población? Está como dormida por un somnífero, inmersa en el juego político de promesas a los pobres y acuerdos con los ricos. Algo anda realmente mal en nuestro país: una noche salí de mi casa, ubicada en una colonia de clase media, a caminar por el parque de la colonia. Lo primero que veo es un gran cúmulo de basura por todas partes, pastos secos y gente corriendo enfrente de horrendos graffitis en prácticamente todas partes, autos acumulados en los frentes de las casas donde es clara la falta de planeación urbana, los cables atravesados y amontonados por las ventanas.
La política debería empezar por la unión de la comunidad. Si pudiéramos apagar el televisor del noticiero para reunirnos a limpiar el parque; si en lugar de asistir a los mítines nos reuniéramos a despintar bardas y a prevenir esto mediante orientaciones a los jóvenes, ¿no sería éste un México mejor?
PEDRO R. GARCIA
Col. Nueva Lindavista,
Guadalupe, N.L.
El público tiene la razón
Sr. Director:
Jorge Campos y Luis Hernández: antes de hablar, conecten el cerebro con la lengua.
El amor más grande que un hombre puede sentires el que le inspiran los hijos. Sin embargo, precisamente por ese cariño se tienen que aplicar correctivos, reprimendas o castigos, cuando algún hijo se porta mal, lo cual confirma ese cariño, pues de no hacerlo oportunamente, esos hijos no serán dignos de la sociedad en que viven.
En el futbol -toda proporción guardada-, algo similar sucede en la relación público- aficionado (el padre) y su equipo preferido (el hijo), en el que ponen todo su cariño y pagan cualquier precio por verlo ganar y entregarse en la cancha. ¿Acaso no tiene ese derecho la afición? ¡La mejor afición! Aunque digan lo contrario Campos y Hernández.
El público siempre tiene la razón y todo el derecho de reprimirlos por su mediocridad (Tigres y Rayados por igual). Háganse merecedores de ese cariño con resultados positivos, pero altamente positivos y no mediocres como hasta ahora han enseñado. Tengan pundonor y vergüenza.
HERNANDO LIZARDO ESCALANTE HERNANDEZ
Col. Contry,
Monterrey...
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