Carmen Aristegui F. / Dos de julio
| Autor | Carmen Aristegui F. |
A la elección presidencial es preciso observarla desde varios miradores. El ángulo luminoso, desde el cual se aprecia una ciudadanía vigorosa, participativa y organizada que se puso en marcha para instalar más de 130 mil casillas en todo el país. El ejército de personas que estuvo dispuesto. Ciudadanos que estuvieron ahí durante horas para recibir y contar los votos de millones a quienes no venció ni la apatía ni se dejaron ahuyentar con el petate del muerto. Los capacitadores y los capacitados; los que observaron y los que vigilaron; los que pusieron mamparas y repartieron crayones; los que dieron boletas y recibieron sufragios; los millones que se formaron en la fila para refrendar su derecho a decidir. Ahí no hay reparo, sino regocijo.
El tema se descompone en el binomio infernal: políticos y computadoras. La duda sembrada sobre el buen uso del PREP ha opacado el proceso. Todavía nos seguimos preguntando en qué momento se tomó la decisión de no incorporar la elemental nota aclaratoria acerca de las actas eliminadas del PREP por presentar inconsistencias. La reacción de sumarlas sólo horas después de la denuncia del faltante, no hizo sino alimentar la suspicacia. Falla grave de comunicación, torpeza monumental o intención aviesa de manipular son las hipótesis.
Se suma el extraño comportamiento estadístico de los mecanismos de medición y conteo. "Fantasía estadística" le llamó un consejero electoral cuando explicaba por qué en el PREP los resultados durante horas le dieron la ventaja a Felipe Calderón por lo menos de un punto porcentual, mientras que en el cómputo distrital se observó a un López Obrador que dominó durante horas y que terminó en la lona con apenas una diferencia en su contra de 0.57 puntos. Se dijo que el PRD llamó a sus representantes a que aceleraran el conteo de los lugares que les eran favorables y a retrasar los trabajos en donde los resultados les eran adversos. Se trataba de sembrar la idea de que López Obrador había ganado la contienda.
Se han dado también explicaciones sobre la diferencia entre el número de boletas para Presidente -que resultó menor que el número para Senadores y diputados-, sin embargo, ha quedado en el ambiente el sabor enrarecido de que algo pudo haber pasado con los sistemas. No soy especialista y no tengo idea si en verdad será posible introducir un algoritmo o algo parecido para modificar el flujo de los resultados y beneficiar a uno de los contrincantes. Lo que es cierto es que en las...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba