Son caras y peligrosas las autopistas de cuota

AutorJosé Villasáez

Si en estas vacaciones de Semana Santa usted planea viajar por las autopistas de cuota de Nuevo León, mejor no se apresure... podría vivir su propio viacrucis.

Y es que las carreteras de peaje Cadereyta-Reynosa y Monterrey-Nuevo Laredo, que conducen a lugares muy frecuentados por los regiomontanos en Texas, resultan inseguras al presentar daños y parches, y en uno de los casos hasta el cierre total de cuerpos por obras de reconstrucción, que obligan a reducir considerablemente la velocidad.

El mal estado de estas autopistas contrasta considerablemente con lo que se paga por usarlas, ya que mientras en la Cadereyta-Reynosa el cobro total por ida y vuelta para un vehículo normal llega a los 476 pesos, en la Monterrey-Nuevo Laredo alcanza los 346 pesos.

En recorridos por las dos vías se observó que el pavimento, principalmente en los carriles de la derecha, presenta deficiencias en varios tramos, además de ofrecer ambas arterias retenes militares y puntos de revisión en aduanas.

Con todos estos obstáculos en el camino, las dos vías de cuota obligan prácticamente a los automovilistas a no sacar el pie del freno... ni la mano del bolsillo, ante los cobros que hay que cubrir para su uso.

Autopista Monterrey-Nuevo Laredo

El viacrucis para los automovilistas en la Autopista Monterrey-Nuevo Laredo, en dirección a la ciudad fronteriza, inicia en el kilómetro 52, donde unos conos anaranjados y un hombre con una banderola indican el cierre del cuerpo contrario por la reconstrucción total del pavimento.

Desde este punto y hasta el kilómetro 60, el cuerpo oriente es utilizado con un carril en cada dirección, invadiendo algunos automovilistas el acotamiento por la falta de espacio y de señalamientos.

Grietas, hundimientos y parches aparecen en el pavimento entre los kilómetros 90 y 99; a partir del kilómetro 100, después de la caseta de cobro y un retén militar, y a lo largo de unos 34 kilómetros surgen más grietas, desniveles y baches.

La reposición de asfalto por concreto en el cuerpo oriente vuelve a limitar la circulación a dos carriles, del kilómetro 137 al 145, donde letreros indican una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora.

"De haber sabido, mejor me vengo por la (carretera) libre, hasta más rápido vienes llegando", dijo Otilia Garza, vecina de la Colonia Mitras Centro, "deberían de cobrarte nada más la mitad, porque son muchos los riesgos".

Ya de regreso, en el sentido que va hacia Monterrey, los conductores tienen que volver a sufrir la...

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