CAPITANES

SANOFI-AVENTIS CONTRA LA COFEPRIS

Este mensaje no es apto para diabéticos.

A usted puede caerle mal o bien Miguel Ángel Toscano, pero su persona sirve para ejemplificar lo duro que la pasa quien quiere regular cualquier mercado en México.

Apunte ahora, así como para acabar el año, a Sanofi-Aventis como la empresa que le reclama.

Este laboratorio promovió un litigio de última hora, ya para cerrar el año, justamente contra la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que encabeza el capitán en cuestión.

Esta dependencia otorga los famosos registros sanitarios, que son indispensables para poder comercializar cualquier medicamento.

El pleito entre ambos bandos comenzó el 22 de noviembre.

Ese día, la gente de Toscano informó a Sanofi que ya no está vigente el registro de un medicamento conocido como Shorant.

Si no le suena mucho el nombre, siéntase afortunado en este País al que se le sube el azúcar.

Shorant es un equivalente a la insulina producida por los humanos, de fácil administración por parte del paciente, que ayuda a la absorción de la glucosa presente en la sangre.

Con nuestra incapacidad de contener las ganas de comer lo que no debemos, suena a que hay negocio fuerte de por medio.

Por si le sirve el dato, anote que el registro sanitario para vender el producto había sido otorgado en 2004 a la firma entonces denominada Aventis-Pharma.

Ante su imposibilidad de seguir vendiendo legalmente este producto, la actual Sanofi-Aventis promovió el 15 de diciembre una demanda de amparo contra la Cofepris.

Pero la juez federal Mónica Soto negó una suspensión provisional.

¿Y eso?... Sucede que eso equivaldría a renovar el registro de Shorant, cuando precisamente el objetivo del juicio será analizar si fue legal la actuación de la autoridad. El asunto va para largo...

DEUDA VOLÁTIL

Alguna vez Aerocalifornia voló principalmente para atender a paisanos en esa ruta de "va y viene" entre EU y México.

Pero recordará que esta empresa, de Raúl Aréchiga, fue suspendida por el Gobierno en julio de 2008.

¿La razón? Entre otras, un adeudo de 259 millones de pesos a los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, el Seneam, vaya.

La aerolínea no pagó lo correspondiente al goce del espacio aéreo que le concedió el Estado.

Esa falta coincidió con una oportunidad, esta última, de otra empresa. Interjet, de Miguel Alemán, trataba en esa época de entrar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), a cargo de Héctor...

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