Capital Intelectual / Sobremesa
| Autor | Daniel Ochoa García |
"Cada quien tiene su manera de matar pulgas", dice el refrán popular, para mi entender esto implica que cada uno de nosotros tiene una forma única e individual de aproximarse a los problemas y tratar de resolverlos. En lo personal, yo no confío demasiado en las charlas de café o las opiniones que se vierten en las discusiones de sobremesa, en la mayoría de los casos los argumentos se basan en opiniones (no en hechos) y el propósito del debate para algunos es ganar la discusión, o demostrar que ellos tienen la razón, y pasando segundo término (o tercero) encontrar la verdad.
Por esta y muchas otras razones yo procuro acercarme lo más posible a la letra impresa, ahí casi siempre encuentro hechos, opiniones bien razonadas y fuente de inspiración. Al menos es mucho más fácil acercarse a un texto con una mente crítica y revisar punto por punto los argumentos; en cambio en una exposición verbal la persuasión toma formas a veces difíciles de identificar, además de que las personas frecuentemente nos dejamos llevar por la entonación, el lenguaje no verbal y hasta la apariencia de la persona que emite el mensaje.
Inclusive, siempre he confiado más en una persona que escribe sus ideas, que aquel que solamente las transmite verbalmente. Digamos que la palabra escrita siempre involucra un compromiso mayor, se expone uno más fácil a la crítica escribiendo que hablando. Es mucho más fácil expresar "eso no lo dije", a "eso yo no lo escribí".
Además, la letra impresa puede durar un tiempo indeterminado sin sufrir cambios, lo que ahora estoy escribiendo puede ser conservado y mostrado a mis nietos (si es que les interesa leerlos) y ellos pueden evaluar y hasta juzgar mis ideas.
Admito que también utilizo la letra impresa como guía o mapa que me indica los temas que ocupan y preocupan a la sociedad, por ejemplo: cuando tengo oportunidad de visitar una librería en donde constantemente actualizan los títulos de los libros, me percato por los temas que acaban de ser publicados de la necesidad de información de los lectores. Hace unos cuantos días, dedique cuatro horas a revisar los títulos en un par de tiendas de libros en San Antonio, Texas, y me sorprendió un poco lo que encontré.
En mi visita a dos tiendas de libros, en la sección de "Temas Actuales", encontré una interesante colección de títulos que hablan sobre los "intereses ocultos" de los medios de comunicación en Estados Unidos, especialmente las cadenas de televisión. Otros títulos trataban sobre cómo...
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