Cuando el bosque te llama

AutorPatricia Miranda

ENVIADA

NELTUME, Chile.- Es tras haber andado por un cachito de la Reserva Biológica Huilo-Huilo, que un párrafo escrito por Pablo Neruda en su obra "Confieso que He Vivido" sacude y trastoca aún más que un buen trago de pisco sour o vino.

"Quien no conoce el bosque chileno, no conoce el planeta. De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo", afirma el poeta chileno.

¿En cuántos viajeros habrá causado el mismo impacto el paisaje del bosque chileno? Habría que preguntarle a alguno de los 15 mil visitantes que el año pasado visitaron Huilo-Huilo y se dieron la oportunidad de vacacionar en un ecosistema que ofrece más que la típica trilogía mar, sol y gran resort.

Bueno, en Huilo-Huilo también hay bronceadores, bikinis y playas, pero éstas son lacustres y por lo general no están atestadas.

Otro detalle que atrae es que, en pleno verano austral, se puede practicar kayak o rafting en un clima templado y caminar en la nieve, porque el volcán Mocho-Choshuenco está nevado todo el año.

Si las excursiones heladas no son el viaje soñado, los atajos para avistamientos ornitológicos y botánicos están a la carta. Sólo hay que decidirse entre tomar la Ruta de los Hongos, seguir el trazo del Sendero de los Espíritus, el del Salto Huilo-Huilo o el del Criadero de Ciervos y Jabalíes.

¿Adictos al canopy? Quedan saciados. Inexcusable, dicen, es la tirolesa "El vuelo del Cóndor", que regala la vista de un valle a 90 metros de altura.

Pero si el vértigo es tu enemigo, puedes buscar la magia del sitio cabalgando, montando bicicletas de montaña o practicando pesca con mosca bajo el consabido Catch & Release (Capture y libere).

En un tiempo, la industria maderera reinó en la zona, pero desde que el empresario Víctor Petermann decidió comenzar con el proyecto ecoturístico y de conservación de la flora y fauna Huilo-Huilo, la situación cambió.

"Las maderas utilizadas en el proyecto Huilo-Huilo salen de otros campos en los cuales existe un plan de manejo con la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Dentro de la reserva se extraen maderas muertas y el manejo forestal no corresponde ni al 2 por ciento de lo que se extraía en su pasado maderero", comenta a EL NORTE el Arq. Rodrigo Verdugo, creador de los alojamientos de la reserva.

Las motosierras callaron para dejar escuchar el canto de los pájaros, y quienes se hubieran dedicado a la tala hoy trabajan como cocineros, camareros o guías turísticos.

Gracias al paro...

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