Bordando la esperanza
| Autor | Daniel de la Fuente |
Ese domingo por la tarde podría ser uno más de los que aparecen en las postales habituales de la Plaza Zaragoza, con solitarios paseantes, familias cansadas por el sol y el trajín de los chicos y parejas de enamorados que no saben qué hacer con sus pasos, de no ser porque los sorprenden unos tendederos atados a los árboles centenarios de los que penden decenas de pañuelos blancos que, como la esperanza, se mecen al viento.
Sujetados con horquillas, mensajes bordados en colores y con redacción muy sencilla, algunos casi telegráfica a manera de epitafios hablan de personas que han sido víctimas de la violencia.
Una de ellas: "19/03/12. Nuevo León. Seis Jóvenes fueron asesinados a las 18:00 horas sobre Carretera Miguel Alemán en la Colonia Encarnación. Bordó: María".
Otro pañuelo cuenta: "Lucía Quintanilla. Alumna de la Facultad de Artes Visuales de la UANL fue asesinada el día 6 de octubre del 2010 en una balacera en el centro de la Cd. de Monterrey. QEPD. Bordó: Jenny de la Cruz". Uno más, al parecer de la misma autora, está dedicado a Gabriela Pineda, la alumna de Psicología que fue arrollada por una patrulla cuando el oficial de la Regia fue acribillado por presuntos sicarios, frente a dicha facultad, el 5 de abril del 2011.
Otros más son relatos: "30/01/2012. Monterrey. Dos hombres apodados 'El Camarón' y 'El Hamster', recién salidos de una penitenciaría, fueron ejecutados mientras estaban sentados en las mecedoras al interior de una vivienda en la Colonia Madero mientras preparaban una carne asada. En el lugar se encontró un narcomensaje. Se dijo que los fallecidos podrían ser padre e hijo. E. Cano".
Y éste: "Salvador Dávila. En marzo del 2011 salió en la noche de una tienda con 5 amigos más, en San Nicolás de los Garza, N.L. Ninguno de ellos regresó a su casa. Aún siguen desaparecidos".
Este último pañuelo está bordado con hilo verde, contrario a los anteriores, en rojo. Irma Leticia Hidalgo Rea, quien cuelga en el tendero de pañuelos el retrato de un joven, advierte que los de verde cuentan sobre desaparecidos, en señal de esperanza, mientras que los de rojo narran crímenes.
"Éste es mi hijo", dice esta maestra de prepa que debió jubilarse antes de tiempo para hallar el paradero de su muchacho, cuya imagen está en el póster. Se llama Roy Rivera Hidalgo, estudiaba en la Facultad de Filosofía y Letras y fue secuestrado el 11 de enero del 2011 en su domicilio.
Aun cuando pagaron rescate por su hijo, éste no volvió, y desde entonces...
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