Qué bárbara mamá

AutorLorena Corpus

En los últimos cinco años, la vida de Ana Bárbara dio un vuelco tremendo. De tener sólo a Emiliano, agrandó la familia y ahora dependen de ella cuatro niños que, dice con orgullo, son su hit.

La cantante, quien está de regreso en los escenarios musicales después de cuatro años de retiro voluntario, ahora enfrenta una situación difícil cuando tiene que salir a trabajar y llegar tarde a casa, donde la esperan sus hijos.

"Me fascina la pareja, obviamente, estoy encantada de la vida en mi matrimonio, pero mi hit de vida son los niños", afirma Ana Bárbara.

"Me siento una mamá joven, feliz y con energía para traerlos al tiro, a como deben estar, soy una mamá buena onda, pero estricta".

Ana atiende esta entrevista telefónica mientras se desplaza a un compromiso laboral. Su voz se escucha algo afónica, dice que es por tanto trabajo y poco descanso, pero está feliz porque ahora sí realiza las dos facetas de su vida: el ser madre y cantante.

Ella decidió ausentarse por cuatro años para atender a Emiliano, Ana Paula, José Emilio y José María.

"El tiempo, que a veces es tu mejor amigo, en este caso fue mi mejor amigo casi cuatro años que estuve sin trabajar y muy apegada a mis hijos, y ahorita me está traicionando porque el día tiene un tiempo, tiene 24 horas y no se pueden extender a 48".

La falta de sueño y el cansancio son dos aspectos en su contra, señala, pero los vence cuando ve a sus hijos.

"Con lo que he lidiado es con cansancio por falta de tiempo, de dormir. Por falta de tiempo ve la voz que traigo ahorita, aguardientosa, porque no duermo a mis horas", añade.

"Estoy lidiando con mucha ansiedad; llego muy cansada quizá a altas horas de la noche de los viajes y a las 5:45 de la mañana, ahora sí que como relojito, ya con la inercia de que soy mamá de tiempo completo, pues me paro y estoy muerta y me siento cansada y agotada".

Su recompensa en estos momentos es llegar a casa y ver a sus angelitos. Para reforzar esto comenta una anécdota que le tocó vivir hacer un par de días.

"Llega José María en sábado, imagínate, llegué a la una o dos de la mañana de un vuelo de San Diego, California, y les dije: 'Por favor, déjenme dormir', y llegó José María a las 5:50 de la mañana diciendo: 'Mamá, 'jueba' conmigo a los 'cabitos', mamá, 'jueba' conmigo'... A ver, dile que no".

Claro que la respuesta de ella fue...

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