Coordenadas/ Aumentará el 'corto'

AutorEnrique Quintana

Diversos funcionarios públicos argumentan que se ha presentado un cambio estructural en la relación entre inflación y tipo de cambio.

Resulta que en los últimos 3 meses, el dólar se encareció en 10 por ciento, mientras que la inflación en ese mismo lapso fue de 1.1 por ciento, prácticamente la novena parte de incremento de los precios.

En el pasado, devaluaciones como la de 1994, detonaban procesos inflacionarios agudos. En ese año, una depreciación de 65 por ciento en diciembre generó una inflación de 24 por ciento en los primeros 4 meses de 1995.

Sin embargo, algunos piensan que ahora ya se ha logrado "desenchufar" el movimiento del tipo de cambio de los incrementos en los precios.

Entre diciembre del 2001 y del 2002, la depreciación del peso fue de 13.4 por ciento y el índice de precios de las importaciones subió sólo en 2.04 por ciento en ese mismo lapso, es decir, menos de la sexta parte de la depreciación de la moneda.

¿Este diferencial revela realmente que hay ya una desconexión entre el nivel de precios y la paridad?

En mi opinión, esto no es tan claro, por lo menos cuando se toman en cuenta las tendencias del mercado interno.

Los importadores o los compradores de productos importados no han podido reflejar el incremento de precios derivado del ajuste de la paridad simplemente porque el mercado está fuertemente contraído.

Las ventas al menudeo durante el año pasado tuvieron cero crecimiento. Esto ha puesto a los vendedores finales frente a una disyuntiva: si incrementan los precios reflejando el aumento de costos de los bienes importados, es probable que simple y sencillamente no vendan. Pero, desde luego, esto significa que tienen que absorber mayores costos a través de la reducción de márgenes de utilidad o del incremento de la productividad.

Lo que ha sucedido en México durante el último año es un poco de las dos cosas. Efectivamente, el incremento de la productividad ha permitido que se asimile parte del impacto cambiario sin repercutirlo en los precios. El incremento promedio de la productividad manufacturera el año pasado fue de 4.6 por ciento.

Pero, en otra medida importante, la caída del mercado interno ha obligado a las empresas a absorber este incremento a través de la reducción de los márgenes de utilidad.

Como ya le hemos comentado en otros espacios, el crecimiento de la productividad de las manufacturas no se ha generalizado al resto de la economía, por lo que una inflación baja más bien refleja estancamiento del...

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