Apunten... ¡Fuego!

AutorEdgar Anaya

Inquietas, en máxima tensión, las coloridas tropas esperan el resultado de los acuerdos de La Soledad.

Cientos y cientos de "combatientes" se mueven, agitan y preparan sus armas, la pólvora, en bolsas como estómagos repletos, alimenta por la boca a los fusiles, que la tragan desesperados, con hambre de guerra.

Las tropas están listas, la euforia las empuja, el ansia les hace cosquillas en los dedos para disparar, porque en este 5 de mayo el futuro se adelanta y se sabe de antemano que los acuerdos de paz se han de romper.

Se sabe que los "ejércitos" de México y de Francia se han de enfrentar, cuerpo a cuerpo, pero esta vez lo harán en la llanura de una avenida asfaltada de San Juan de Aragón, en el Distrito Federal.

Palabra, diálogo, frases largas... el micrófono pasa de mano en mano, pero el acuerdo se aborta.

Entonces surgen los gritos: "¡Viva la Francia!" y "¡Viva México!", e instantáneamente estalla el conglomerado de fusiles enardecidos y descargan su furia hacia el cielo, entre llamas anaranjadas y nubes negras; entre el olor de la pólvora y los colores patrios de la tropa multiplicados hasta donde alcanza la vista y entremezclados con el azul-blanco-rojo de los invasores.

Más de un centenario de tradición

Ninguna tradición está tan arraigada en el pueblo de San Juan de Aragón como la simulación de la batalla del 5 de mayo de 1862, en la que el Ejército Mexicano derrotó en Puebla al ejército invasor francés.

La tradición pasó a Aragón por los habitantes de Nexquipáyac, población salinera del Estado de México cercana a Texcoco, y de aquí al Peñón de los Baños.

En Aragón, la conmemoración y réplica de la histórica batalla al parecer surgió dos o tres décadas después de ella, a fines del Siglo 19 y por iniciativa de gente que combatió con Zaragoza aquel 5 de mayo. Se dice que Porfirio Díaz y Lázaro Cárdenas acudieron alguna vez a la representación.

Desde entonces la tradición arraigó en serio en Aragón.

Ni siquiera la concurrida fiesta religiosa del barrio de San Miguel o la del santo patrón San Juan Crisóstomo (enero) reúne tanta gente como el 5 de mayo.

Francia nunca gana

La organización de la celebración del 5 de mayo está a cargo de un comité que renueva a sus integrantes cada tres años. El dinero para los gastos lo aporta el pueblo mismo a partir de una colecta y en ocasiones hay apoyos de la Delegación Gustavo A. Madero.

Hoy intervienen más personas que nunca. Un censo aproximado indica la participación actualmente de 4 mil...

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