Nombres, Nombres y... Nombres/ Por aprobar en la Cámara, Ley del Consumidor que modificará a fondo autofinanciamiento

AutorAlberto Aguilar

EL AUTOFINANCIAMIENTO NO ha dejado de crecer en los últimos 25 años debido a los obstáculos que millones de mexicanos tienen para acceder al crédito. Se puede decir que esas instituciones se han beneficiado de esa situación, pero al mismo tiempo han ofrecido a muchos la posibilidad de acceder a autos y casas básicamente.

El autofinanciamiento consiste en integrar a grupos de consumidores que aportan periódicamente sumas a un fideicomiso en Banco de México que administra una institución que opera como tercero. Aunque hay compañías que se han ganado un lugar por su seriedad, también hay otras cuyos escándalos por abusos han trascendido afectando la imagen del sector.

De ahí que entre las 2 ó 3 asociaciones que existen se había buscado que el Gobierno los regulara para evitar la presencia de esas empresas poco serias y que además llegan a representar una competencia desleal. La SHCP que encabeza Francisco Gil Díaz siempre se negó, debido a que esa actividad es comercial. En ese sentido, Economía que comanda Fernando Canales Clariond se constituía en la entidad responsable con el apoyo de Profeco a cargo de María Eugenia Bracho.

Desde el año pasado la comisión de comercio a cargo del panista Diego Alonso Hinojosa junto con la comisión de fomento cooperativo trabajaba en una serie de reformas a la Ley Federal de Protección al Consumidor, entre las cuales justamente estaba mejorar el marco de protección del autofinanciamiento.

Bueno, pues la semana pasada la iniciativa ya se entregó al pleno de la Cámara de Diputados para su aprobación. Sin exagerar, se puede decir que va a modificar radicalmente al autofinanciamiento, ya que por primera vez se le delimita y se le exige una autorización expresa de Economía en vez del simple aviso hoy vigente. Además, será obligatorio registrar los contratos ante Profeco y tener auditores externos para vigilar el funcionamiento.

Lo anterior es aplaudido por el sector, pero se cuestiona el que se restrinjan sus plazos de operación. Por ejemplo, en lo que hace a bienes muebles se fijan 5 años y para la parte hipotecaria, 10 contra 20 que hoy rigen en el mercado.

Se opina que el cambio hará más caro al sistema, lo que en consecuencia restringirá su espectro. El autofinancimiento hipotecario sería el más afectado, ya que igualmente se prohíbe realizar operaciones con vivienda usada. El artículo 63 de la nueva ley es muy específico. Se buscaría garantizar que el bien en referencia no tenga problema en lo que es su vida...

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