Antesala de males mayores

AutorMaría Fernanda Torres

Aun sabiendo los daños que la obesidad ocasiona en el organismo es sorprendente ver cómo las personas nada hacen por evitarla.

Con acciones tan sencillas como llevar un estilo de vida saludable es suficiente para combatir la obesidad y sus consecuencias.

Sin embargo, la mayoría de la población hace caso omiso de la recomendación hasta que es demasiado tarde. Resulta más sabroso ingerir alimentos ricos en grasas y azúcares, que una porción de comida balanceada, y más cómodo es el sedentarismo, que hacer ejercicio.

Basta caminar por la calle para comprobar que la cantidad de transeúntes con alta concentración de grasa en el abdomen es alarmante.

El exceso de peso propicia el desarrollo de múltiples enfermedades como hipertensión arterial (presión alta), disminución del colesterol bueno (HDL), intolerancia a la glucosa (elevación de los niveles de azúcar en sangre por resistencia a la insulina) y dislipidemia (alteración de las concentraciones de lípidos en sangre), manifestada como hipertrigliceridemia (exceso de triglicéridos).

Cuando una persona manifiesta dos o más de estos indicadores en presencia de obesidad abdominal es diagnosticada con síndrome metabólico.

"El síndrome metabólico está conformado por un conjunto de factores de riesgo que aumentan las probabilidades de desarrollar un padecimiento cardiovascular o diabetes", señala el endocrinólogo Gerardo Ayala Villarreal.

También conocido como síndrome X, no es una enfermedad por sí mismo, sino que engloba una serie de patologías relacionadas con desórdenes metabólicos, siendo las personas con obesidad visceral (localizada en el abdomen) propensas a desarrollarlo.

"En México, cuando un hombre supera los 90 centímetros en su perímetro abdominal y una mujer los 80 centímetros, se consideran pacientes con obesidad abdominal (visceral)", indica.

La misma obesidad desarrolla una resistencia a la insulina, la cual está asociada a la presencia de los factores de riesgo del síndrome metabólico.

"La resistencia a la insulina significa que el cuerpo necesita más insulina de la normal para metabolizar la glucosa", explica Ayala Villarreal.

Con el tiempo, dicho aumento provoca que la producción de insulina del páncreas sea deficiente, situación que incrementa los niveles de glucosa en la sangre, y a la larga, propicia el desarrollo de diabetes tipo 2.

Problema de peso

"La causa exacta del síndrome metabólico se desconoce, pero la genética, el exceso de grasa alrededor de la cintura y el...

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