Andrés Oppenheimer / Hugo Chávez seguirá en el centro de la escena
| Autor | Andrés Oppenheimer |
En momentos en que escribo estas líneas el domingo por la noche en Caracas, el cierre de la votación ha sido postergado hasta la medianoche, y la oposición está confiada en sus encuestas de boca de urna que supuestamente le darían una victoria.
Pero un análisis desapasionado de la situación muestra que incluso si Chávez perdiera el referéndum y tuviera que renunciar inmediatamente, como la ley lo indica, seguiría siendo una fuerza formidable en el futuro del país.
En primer lugar, porque seguiría controlando el congreso, la corte suprema, el banco central, la contraloría general, las fuerzas armadas y otras instituciones clave.
En segundo lugar, y quizás más importante, porque a pesar de su calamitosa gestión en el gobierno -que logró aumentar la pobreza pese a la bonanza petrolera que está beneficiando el país- su imagen como un campeón de los pobres no se disipará en el futuro entre sus partidarios.
Al igual que el caudillo argentino Juan Domingo Perón, que como Chávez fue un ex militar autoritario, el Presidente venezolano se ha asegurado un lugar en la historia aduciendo ser el primer líder de su país que gobernó para los pobres y contra "la oligarquía" y "el imperialismo norteamericano".
Como Perón, Chávez le ha dado gratificación instantánea a los que no tienen esperanza. Aunque empobreció al trabajador medio, regaló miles de millones de dólares a un gran número de venezolanos que no tienen un empleo formal, ni la esperanza de tenerlo algún día.
Y como Perón, Chávez destruyó la economía, no sólo al no crear las bases para un crecimiento sostenido con más empleo, sino también ahuyentando a los inversionistas y provocando una ola de fuga de capitales con su discurso confrontacional.
Casi 7 mil empresas han cerrado, y hay más de 2 millones de pobres más que cuando Chávez asumió en 1999, según estimados de la federación industrial Fedecámaras y la Universidad Andrés Bello. Y el ingreso per cápita de Venezuela cayó un 20 por ciento en los últimos cinco años, según el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, el dinero en efectivo que Chávez le está dando a los desposeídos -y la atención médica gratuita que le está ofreciendo a través de 17 mil médicos y dentistas cubanos enviados por Fidel Castro- han dejado sus huellas entre los venezolanos que nunca habían recibido nada por el estilo.
Si Chávez perdiera el referendo y tuviera que dejar el cargo de inmediato, sería reemplazado por su vicepresidente José Vicente Rangel. Y lo más probable...
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