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Alerta a su familia: 'Cuídense mucho'

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Vincent
AutorDaniel Flores y José Antonio Plasencia

El timbre del teléfono, la madrugada de ayer, despertó e inquietó a Rosa Velia Meza Segovia, de 36 años, pues al otro lado de la línea escuchó a su esposo Gabriel Rangel Calderón, el policía de San Nicolás que horas más tarde murió baleado, quien la alertó y le pidió que se cuidara.

"Me dijo 'no vayas a trabajar y no mandes a las niñas a la escuela, cuídense mucho', fue lo único que me dijo y nada más", narró ayer la esposa, morena, con el pelo negro recogido en una coleta, de baja estatura y con la voz suave y tranquila.

Rangel Calderón presuntamente fue el principal causante de una balacera, en la que habría disparado a sus compañeros Estanislao Luna Mares, de 59 años, y Fermín Estrada Hernández, de 56, alrededor de las 7:00 horas de ayer en la armería de la Secretaría de Seguridad Pública de San Nicolás.

De acuerdo con pruebas de balística, Rangel Calderón disparó a Luna Mares, quien murió de manera instantánea, y a Estrada Hernández, quien sobrevivió, y finalmente él se dio un tiro en la cabeza, por lo que murió dos horas después en el Hospital Oca.

La balacera ocurrió a unos 50 metros de donde el Alcalde Zeferino Salgado acababa de presentar al nuevo Secretario de Seguridad, Camilo Ramírez.

Rangel Calderón, quien tenía su domicilio en la Colonia Fernando Amilpa, en Escobedo, perteneció al Ejército Mexicano durante 18 años, y luego se salió para ingresar a la Policía de San Nicolás, en donde tenía 3 años de laborar.

Sin embargo, para este uniformado las cosas se tornaron extrañas desde la tarde del miércoles, pues a las 18:00 horas de ese día debió haber terminado su turno.

Meza Segovia, la esposa, dijo desconocer el motivo por el que su marido permaneció en la corporación.

La mujer y sus tres hijas: unas gemelas de 14 años y otras niñas de 13 y 11 años, se fueron a dormir la noche del miércoles sin saber nada sobre Rangel Calderón.

A las 4:00 horas, el uniformado marcó vía telefónica a su casa para advertir a su mujer, quien labora en unas bodegas de Wal-Mart de la Carretera a Laredo, que pasaría algo.

"Él no tenía ninguna rencilla que yo supiera y para empezar no sé por qué no lo dejaron salir (del trabajo) si él salía a las 6:00 de la tarde de...

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