Alejandra Rangel / Nacer en desventaja

AutorAlejandra Rangel

Las celebraciones del Día Internacional de la Mujer han dejado de tener el sentido de principios del siglo 20, cuando apenas iniciaba una toma de conciencia respecto a la sumisión y falta de reconocimientos de lo femenino, más allá del ámbito de lo doméstico y familiar, donde sí se le permitía y obligaba a habitar.

En Nueva York un 25 de marzo de 1911, casi 150 trabajadoras inmigrantes, de entre 16 y 20 años, murieron en el incendio de una fabrica de camisas, conocidas como Triangle Shirtwaist, porque los dueños cerraron todas las puertas de salida del edificio por temor a los robos, dejándolas a merced del fuego. Las que no murieron dentro saltaron por las ventanas desde los pisos 10 y 11 sin posibilidad de salvarse.

La tragedia fue clave en la movilización de mujeres para mostrar las paupérrimas condiciones laborales a las cuales estaban sometidas y la necesidad de igualar las oportunidades y derechos de todos.

Aun cuando en el pasado ya se habían dado algunos pronunciamientos de mujeres, después se convirtieron en movimientos internacionales bajo los principios de la igualdad y solidaridad para todos los grupos sociales.

Se trata movimientos cuyos orígenes se han centrado en la lucha por los derechos de las mujeres a nivel mundial, lucha que se relaciona con la denuncia de la pobreza femenina, la violencia, la falta de acceso a la educación en ciencia y tecnología, la no discriminación, el derecho a votar y ocupar cargos públicos en proporciones similares a los hombres.

Resulta increíble que en pleno siglo 21 sigamos la misma lucha y enfrentemos las actitudes misóginas de un sistema patriarcal que nos ahoga.

El ejemplo reciente es el discurso insultante de Donald Trump y sus seguidores que lo avalan.

Realmente el simulado festejo del Día Internacional de la Mujer se sustenta en un hecho sangriento.

Sin desconocer la lucha de tantas mujeres activistas que han logrado cambios, la serie de festejos y reconocimientos de ese día evidencian una falta de valoración hacia la reflexión crítica y el problema del ser mujer, sustituyendo la "realidad" con la fiesta y los diplomas.

¿Desde dónde deberíamos hacernos la pregunta del por qué el ser niña ya es nacer en desventaja? ¿Y por qué desde el nacimiento...

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