Afición hace hervir estadio

AutorMiguel Ángel Briseño

EL NORTE / Enviado

PACHUCA.- Cualquier profesor de física que haya acudido ayer al Estadio Hidalgo se pudo haber vuelto loco ante tantas definiciones de un fenómeno primario de dicha ciencia exacta: el calor.

De entrada, quedó de manifiesto el calor climático, pero debido a su ausencia, ya que la temperatura en Pachuca rozó los 5 grados centígrados.

Para evocarlo, la ruidosa porra de Tigres no cesó de repetir el "Tigres eres mi vida, Tigres, es mi pasión, salgan campeones como en el 82"; las edecanes de Sol también buscaban el calor mediante tiesas coreografías improvisadas e impulsadas principalmente por frío que les causaban sus ombligueras.

Otra manifestación de calor que estuvo presente fue el calor diplomático. Sus principales exponentes: los directivos de la Conade, Nelson vargas y Carlos Hermosillo, quienes abrazaban a políticos y otras cabezas del futbol.

"Yo le voy al Toluca, pero mi segundo equipo es Pachuca. Soy invitado del señor Gobernador; esta noche le voy al Pachuca, con todo respeto para los Tigres", expresó Vargas, con un inconfundible tono conciliador.

El calor familiar fue representado de la manera más peculiar, pero a la vez muy carnal.

La directiva tuza rearmó una sorpresa para sus jugadores al colocar en el círculo central una carpa donde se escondían sus esposas, hijos, madres y hasta abuelas para desearles suerte.

En cuanto llegaron al centro del terreno, la sorpresa salió de su envoltura, y causó diferentes efectos en los jugadores del Pachuca.

Gabriel Caballero...

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