Me abruma el pasado.- Aridjis

AutorDaniel de la Fuente

Cinco fueron los días en que doña Josefina Fuentes de Aridjis, madre de Homero, luchó contra la muerte hasta que al final fue vencida. Todavía frente a la tumba, Homero pronunciaba los versos que se le fueron ocurriendo durante esos días de 1986 y que posteriormente vaciaría en el poema "Asombro del tiempo".

Ahí dice: "Hablo a solas y hace mucho silencio. / Te doy la espalda pero te estoy mirando. / Las palabras me llevan de ti a mí y de mí a ti / y no puedo pararlas. Esto es poesía, dicen, / pero es también la muerte".

Fueron semanas las que separaron la muerte de sus padres. Aún hoy, 14 años después de la partida de sus viejos, Aridjis no ha dormido una sola noche en su casa paterna de Contepec, Michoacán.

"No es por miedo. Es que fue tan dramática la despedida de ambos. Tenían 60 años de matrimonio. Uno se fue después que el otro y yo les amaba. El de ellos fue un amor a primera vista en la Catedral. Mi padre acababa de regresar de Europa, mi madre era una turista. Mi padre no hablaba español y mi madre no hablaba más que español.

"En la primera vista el amor se dio todo. Desde que murieron no he podido pasar una sola noche en la casa, me abruma el pasado. Ahí nací, ahí crecí. Cada muro está lleno de presencias, cada puerta que se abre es la imagen de ellos que caminan. Los corredores tienen la memoria de sus voces. En fin".

Aunque el poeta Homero Aridjis había confirmado su asistencia a Monterrey, no podrá venir por un problema de salud.

Vía telefónica, el autor de "Mirándola Dormir", Premio Villaurrutia 1965, conversa sobre su más reciente novela "La Montaña de las Mariposas", obra editada por Alfaguara en la que lo real e imaginario se fusionan en una biografía a la manera de las realizadas por Joyce o Mann.

"Me interesó el género por dos razones; recrear la vida en mi pueblo natal vinculándola a mi propia vocación literaria y al fenómeno de la mariposa monarca. Su imagen es el escenario de mi propia infancia. Fue un juego no sólo para el lector, sino para mí mismo. El personaje que fui se convierte en el personaje de mi propia obra.

"Convertí el pasado propio en ficción. Muchos aspectos son...

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