Rumbo al final de la locura

AutorRodolfo G. Zubieta

Más allá de retratar la moda de los años 60 o el mundo de la publicidad en Estados Unidos, Mad Men es una serie que trata de darle respuesta a una duda universal: ¿por qué los hombres están locos?

Y es que, como su nombre lo indica, este show creado por Matthew Weiner es una exploración a la mente del macho alfa, tan soberbia como solitaria y llena de inseguridades.

"Aunque la serie se desarrolla en 1965, los problemas básicos de la sociedad de esa época siguen presentes en el nuevo milenio.

"Los hombres quieren seguir siendo hombres de familia, profesionistas, independientes y libres. La diferencia es que ahora no hay tanto drama al hablar de estos temas, ya se nos permite llorar", afirma Weiner vía telefónica.

El ejemplo perfecto de esto es Don Draper (Jon Hamm), uno de los publicistas más exitosos de su tiempo, inteligente y un imán para las mujeres, pero que en su interior se siente solo y fracasado.

Así es como se ha presentado a lo largo de siete años: escondiéndose detrás de un disfraz machista y sabelotodo, pero luchando contra su ego y su destino.

"Los hombres antes no hablaban de sus problemas ni de sus sentimientos, y ése es el conflicto que vive Don. Las drogas, los cambios sociales y el poder de la mujer sólo vienen a empeorar las cosas.

"La serie trata de lo difícil que es ser una persona, lo complicado de sobrevivir en este mundo y la capacidad de resolver problemas, y creo que ahí radica el éxito del show", señala el productor.

Mad Men es una de las series más exitosas de Estados Unidos, como lo demuestran sus 64 premios acumulados.

Por eso ahora, con la inminente llegada de su séptima y última temporada...

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