Opinión Invitada / Eugenio Garza De La Puente: Bandera disfrazada

AutorOpinión Invitada

Durante la última década, y principalmente empujados por la decadencia del PAN en los dos sexenios que ocupó la Presidencia, los partidos políticos han sufrido una grave desmoralización y pérdida de confianza entre los ciudadanos.

Encuestas de Grupo REFORMA han encontrado que las instituciones en las que los ciudadanos confían más son el Ejército y la Iglesia, en abismal contraste con los Diputados y los Senadores.

Según la última encuesta nacional en vivienda realizada por Parametría, los partidos políticos se encuentran en los últimos puestos de la escala de confianza ante la sociedad. Sólo el 19 por ciento de los ciudadanos tiene algo o mucha confianza en estas instituciones.

Al no creer en los partidos políticos como una opción seria y confiable para ocupar los puestos de quienes nos gobiernan, las alternativas ciudadanas toman fuerza.

Gente como Tatiana Clouthier, Mauricio Sada y Fernando Elizondo, quienes fueron referentes en Acción Nacional, han renunciado a su partido tras señalar su descontento y pérdida de fe en las instituciones políticas. Hoy buscan, desde la esfera ciudadana, incidir en la vida pública.

Esta desmoralización, junto el rompimiento de personajes con sus partidos políticos, ha impulsado la creación de nuevas alternativas como Vía Ciudadana, que buscan aprovechar el descontento ciudadano y crear una plataforma que dé solución a sus intereses.

A poco más de 15 meses de las elecciones en el Estado, podemos atestiguar cómo miembros de distintos partidos han constituido asociaciones civiles. Argumentan ser un medio para impulsar intereses ciudadanos cuando en realidad son un vehículo para captar datos y adelantarse a los tiempos de campaña.

Tomemos un ejemplo fresco: en las últimas semanas se creó en San Pedro una nueva asociación, llamada Empecemos. Según su página de Facebook, se trata de un movimiento de ciudadanos que quieren un mejor país.

Dentro de sus acciones está la propuesta de ley para que se instituya el presupuesto participativo, una práctica que se originó en Brasil.

Llaman la atención los integrantes de este movimiento, pues se observa que la gran mayoría cuenta con historial político, pero sin experiencia visible en el sector privado o activismo social.

Por ejemplo, Empecemos...

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