Ximena Peredo / Se busca mediador

AutorXimena Peredo

Dos cartas abiertas merecieron atención en la semana. La primera fue la de Javier Livas a la Presidencia abogando contra el desarme de las autodefensas en Michoacán y la segunda fue el texto con el que Liliana Flores Benavides se despide del proyecto Vía Ciudadana.

Ambos apuestan por la discusión pública de sus contenidos, lo cual hizo circular un poco de aire fresco en el ambiente. Las dos presentan dilemas difíciles de resolver.

La carta firmada por Livas comienza con un saludo impecable, plantea el panorama michoacano, después ofrece su diagnóstico y concluye con una tajante persuasión.

La carta es larga, pero amena. Plantea como disparate el desarme a los grupos autodefensas por dos razones principalmente. La primera es porque así el Estado está despojando a los pueblos de su último derecho a la legítima defensa, pero además porque al ser las autodefensas financiadas por empresarios hartos de secuestros y extorsiones, el desarme es una traición del Estado contra un "aliado".

Livas concluye que la estrategia de desarme es un error "garrafal y absurdo", con lo cual yo concuerdo aunque tengo muchas dudas sobre el planteamiento armamentista que queda en el aire.

Por su parte, Liliana Flores Benavides hizo públicas sus razones para "retirarse" del proyecto Vía Ciudadana.

Expuso varias incongruencias del gobierno interno del grupo, pero como gota que derramó el vaso mencionó el anuncio que recibió por correo electrónico de la incorporación de Fernando Elizondo y Jaime Rodríguez al grupo.

Estas membresías, después puestas en duda por los mismos aludidos, fueron incompatibles con la idea que tenía la autora de lo que debía ser Vía Ciudadana.

Disfruté mucho su texto porque nos obliga a desacralizar el concepto de "ciudadanía".

La ciudadanía es un concepto ideológico que ha sido explotado por el marketing político como sinónimo de decencia y espíritu emprendedor.

Por ello, es común que nos indignemos cuando la conducta de alguien que se dice "ciudadano" no nos parece lo suficientemente decente o ejemplar, o bien, nos asombramos cuando algún "ciudadano" descubre "sus intereses políticos". Pero ¿en qué ilusión estamos cayendo?, ¿qué nos hace pensar que el ciudadano es un actor neutral?

Las autodefensas y las agrupaciones...

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